En 2024 tuve la oportunidad de trabajar en el chiringuito Carmela durante tres meses en la temporada de verano y puedo decir que ha sido una experiencia verdaderamente enriquecedora. Desde el primer día me sentí parte de un equipo muy unido y profesional, que siempre estaba dispuesto a ayudar y apoyarse mutuamente. Fue un placer trabajar codo a codo con colegas que compartían la misma pasión por el servicio y la atención al cliente.
El lugar en sí es encantador. Situado frente al mar, ofrece un ambiente relajado y acogedor que tanto los visitantes como nosotros disfrutamos. La vista de la ría y la brisa marina hicieron que cada jornada laboral fuese especial.
El público que visitaba el chiringuito era diverso, desde familias en busca de un lugar para disfrutar de un almuerzo junto al mar hasta grupos de amigos que se reunían para disfrutar de la música y el buen ambiente. Ver cómo nuestros esfuerzos contribuían a crear momentos memorables para ellos fue gratificante y motivador.
Además, debo mencionar la dirección, que siempre estuvo abierta a escuchar nuestras ideas y sugerencias, lo que fomentó un ambiente de trabajo inclusivo y colaborativo. Su liderazgo inspiró confianza y nos motivó a dar lo mejor de nosotros cada día.
En resumen, mi experiencia en Carmela ha sido mucho más que un simple empleo; he formado parte de una comunidad, he aprendido y he crecido tanto profesional como personalmente. Sin duda, me llevo conmigo los mejores recuerdos y aprendizajes de este verano.